Sabía usted que el Veroliz es la flor de la caña de azúcar? Es preciosa, cuando la planta ya está para cosechar la flor se levanta y apunta al cielo, ella es como una espiga cubierta por unos elementos algodonados y sedosos de color gris-pardo y que si se corta esta flor luce bellísima en un jarrón alto sobre una mesa en su casa. Bueno... esto ocurre cada once meses después de la siembra, mas o menos cada noviembre. Los campos lucen hermosos con sus flores de caña, contrasta con el color verde intenso de la planta, cuando empiezan a cosechar y se corta por secciones , los campos se ven muy lindos porque se aprecia la profundidad de la siembras, en diferentes àngulos y perspectivas. El trajín de los tractores con sus carretas, los hombres curtidos por el sol van y vienen con la huella del trabajo marcado en sus humildes ropas, aquella caña recién cortada y acomodada en perfecto orden en sus transportes, son dignas de la mejor fotografía que nos hable de esta labor tan nuestra, luego llega al ingenio donde se cumple todo el protocolo para extraer sus precioso elíxir y así poder disfrutar de sus derivados como el sobao, la tapa de dulce, las melcochas , una taza humeante de agua dulce o un vaso de Agua de Sapo bien frío. Les cuento todo esto, que me imagino que es harto conocido por ustedes, porque toda historia tiene un revés y un derecho... mientras se cumple todo lo arriba descrito, mis hijos y yo, cada noviembre sufrimos de la alergia que nos produce la floración de la caña, una alergia estacional según le dicen los médicos, a tl punto que se confunde con un fuerte resfrío en donde hay estornudos, lagrimeo, congestión nasal y malestar general, pero que se alivia, alivia no cura, con antihistamínicos y algo de Acetaminofén, así es que mis amigos... como dice la canción ; " Cuando apunte el Veroliz..."... nosotros estamos vueltos al revés... no rima pero es cierto.
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